Por qué ser errático está bien
Ideación, planeación, ejecución. La narrativa dominante parece premiar a quienes siguen un camino recto hacia arriba, sin pausa. Y ese no es mi caso, les cuento:
He iniciado este proyecto unas seis veces, con seis nombres diferentes, en seis circunstancias completamente diferentes de mi vida. Hasta hoy, ninguna de esas veces ha prosperado. Este camino ha sido más o menos así:
"https://www.vecteezy.com/free-photos/roller-coaster">Roller Coaster Stock photos by Vecteezy</a>
Siempre me he culpado por ello, me he sentido avergonzada por devolverme tantas veces, por tantos inicios en falso, por dejar cosas a la mitad, sintiendo que todo no ha sido más que tiempo perdido. Pero en este 2025 me pregunto, ¿y si ese camino errático y desordenado no es un obstáculo, sino más parte de la esencia de la vida?
—------------------------
La presión de la linealidad
Nos han enseñado que el éxito se mide en pasos concretos: terminar el colegio, elegir una carrera, crecer profesionalmente, comprar una casa, formar una familia. Este camino lineal puede funcionar para algunas personas, pero no todos encajamos en él. A esos que simplemente no nos corresponde encerrarnos en un molde en particular, a partir de ahora les llamaré erráticos. Ser errático no significa carecer de objetivos o aspiraciones; significa que nuestro camino para alcanzarlos puede ser diferente, y eso está bien.
Explorar diferentes pasiones, cambiar de dirección cuando algo ya no resuena con nosotros o simplemente permitirnos probar algo nuevo no es símbolo de fracaso. Es una declaración de libertad.
Ser errático también implica estar dispuesto a aprender, adaptarse y reinventarse constantemente. Es una forma de decir: "No tengo miedo de cambiar porque sé que cada experiencia me acerca más a descubrir quién soy y qué quiero". Esto no solo es valiente; también es esencial para mantenernos vivos y conectados con nuestra autenticidad. Que lo diga yo que he cambiado unas ocho veces de carrera universitaria.
Es interesante también cómo la palabra "errático" a menudo tiene una connotación negativa. Se asocia con algo inestable, fuera de control o desconectado. Sin embargo, si cambiamos la perspectiva por la que le miramos, ser errático también puede significar ser libre, flexible y con gran apertura a posibilidades infinitas. Mi favorita: la creatividad.
La creatividad a menudo nace del caos, rara vez es ordenada. Los grandes descubrimientos, las obras de arte que trascienden el tiempo y las ideas que cambian al mundo suelen nacer en momentos de caos. Cuando una permite que la mente explore sin restricciones y se libera de la presión de "tenerlo todo claro", el mundo parece menos asfixiante.
Nadie me los pidió, pero acá les dejo algunso consejos para todas aquellas persona erráticas:
Acepta el cambio como parte del proceso: No te castigues por querer explorar nuevos intereses. Cada paso, aunque parezca aleatorio, contribuye a tu crecimiento.
Encuentra patrones en el caos: Si bien ser errático implica movimiento, también puedes identificar hilos comunes que conecten tus pasiones. Estos patrones pueden guiarte en momentos de duda.
Rodéate de una comunidad creativa: Encontrar personas que también valoren la exploración y la creatividad puede hacer que te sientas menos solo en este camino.
Permítete descansar: El caos también necesita pausas. Tómate el tiempo de reflexionar y recargar energías para seguir explorando.
Celebrar el caos creativo es aceptar que no necesitamos tener todas las respuestas ahora mismo. Es confiar en que nuestro camino, aunque no sea lineal, está lleno de riqueza y posibilidades. Ser errático no es un defecto; es una forma de vida que celebra la exploración, la creatividad y la autenticidad.
Casa Errática, está siendo creada porque estoy segura que cada persona tiene su propio ritmo, su propio flujo y su propia forma de crear. Este espacio es un recordatorio de que no estás solo o sola en tu exploración. Aquí celebramos lo diverso, lo inesperado y lo imperfecto, porque es en esos espacios donde nace lo extraordinario.